Las lecturas bíblicas y la predicación del cuarto domingo nos muestran a María modelo para vivir el adviento y la navidad. Dirigen su mirada a la disposición de la Virgen María, ante el anuncio del nacimiento de su hijo y nos invitan a "aprender de María y aceptar a Cristo que es la luz del mundo".
María es modelo para descubrir en lo sencillo, lo extraordinario de la obra de la salvación. Queremos que la Navidad, que ya está encima, nos toque y Jesús sea para nosotros fuente de salvación, Dios-con-nosotros. María ya lo vive, y nos enseña el camino para hacer nacer a Jesús en nuestro corazón con confianza, entrega y fidelidad.
Le pedimos a Dios en muchas ocasiones signos grandes, presencias llamativas y no somos capaces de descubrir que él nos visita en la sencillez de María, en la sencillez de muchas personas que están en nuestro alrededor.
Esta es nuestra esperanza, nuestro gozo, nuestra alegría: la venida del Señor que sale a nuestro encuentro, dispongámonos a recibirlo. Terminamos con una cita del Salmo 23, 1-2. 3-4ab:
"Del Señor es la tierra y cuanto la llena, el orbe y todos sus habitantes: él la fundó sobre los mares, él la afianzó sobre los ríos.
¿Quién puede subir al monte del Señor? ¿Quién puede estar en el recinto sacro? El hombre de manos inocentes y puro corazón, que no confía en los ídolos.
Ése recibirá la bendición del Señor, le hará justicia el Dios de salvación. Éste es el grupo que busca al Señor, que viene a tu presencia, Dios de Jacob".
¡FELIZ DOMINGO DE ADVIENTO CON MARÍA, NUESTRA MADRE!
Querido padre Javier, querida comunidad parroquial de Camaretas: en nombre de la comunidad de Santa María La Mayor y del grupo de madres que atiende a las familias con hijos y madres embarazadas en situación de precariedad material, afectiva y espiritual, queremos dar las gracias de todo corazón por los generosísimos donativos que habéis realizado y que tanto bien van a hacer en nuestra comunidad.
ResponderEliminarMuchísimas gracias por vuestra fraternidad y cariño.
El Señor dijo que el Amor tenía que ser nuestra seña de identidad, y vosotros hoy lo habéis demostrado.
OS DOY ESTE MANDAMIENTO NUEVO: QUE OS AMÉIS LOS UNOS A LOS OTROS. SI OS AMÁIS LOS UNOS A LOS OTROS, TODO EL MUNDO CONOCERÁ QUE SOIS MIS DISCÍPULOS’ (JUAN 13, 34-35)
GRACIAS, QUE DIOS CUIDE Y BENDIGA VUESTRAS VIDAS.
Un abrazo muy fuerte de la comunidad de Santa María La Mayor.