martes, 30 de noviembre de 2010

Solemnidad de la Inmaculada Concepción

Entre el II y III Domingo de Adviento, celebraremos el día 8 la Solemnidad de la Inmaculada Concepción. Transcribimos una breve y preciosa Carta escrita por el Arzobispo de Tarragona, D. Jaume Pujol Balcells, para esta ocasión:

"El 25 de marzo de 1858, en la gruta junto al Gave, Bernadette Subirous pregunta a la Virgen por su nombre y ella, sin dejar de sonreírle, contesta: “Soy la Inmaculada Concepción”. Este es el nombre de la gran fiesta que vamos a celebrar en honor de aquella que tuvo tan singular privilegio de nacer sin el pecado original, es decir, sin la inclinación torcida de la voluntad, aunque ello no significa que le fueran ahorrados el cansancio, las contrariedades y la lucha por sacar adelante las cosas de su vida hasta el momento culminante en el que su Hijo es clavado en la cruz.

Volviendo a Lourdes, el 4 de abril de 1864 se inauguró allí la primera imagen de la Virgen, hecha por el escultor Fabisch con mármol de Carrara. El artista había preguntado a Bernadette la actitud de la Virgen cuando le dijo su nombre. El día de la inauguración, la joven vidente no pudo asistir a la ceremonia por hallarse enferma, pero en cuanto se repuso fue a verla. “Qué bonita! –exclamó- …pero no es Ella”. Preguntada si viendo la imagen alguien podía hacerse la idea de cómo es la Virgen, contestó: “¡Oh, no! La diferencia es como de la tierra al cielo”.María es la obra maestra de Dios y no podemos imaginarnos cómo es de maravillosa aquella mujer a la que quiso darnos como madre después de que fuera madre del Dios encarnado. Una mujer no sometida a las inclinaciones del mal, que pronunció aquel fiat decidido a la vocación divina que le llegó a través de un arcángel. “He aquí la esclava del Señor. Hágase en mí según tu voluntad”.

San Ireneo de Lyon, hablando de Cristo como nuevo Adán y de María como nueva Eva, se pregunta: “¿Por qué Dios (tras el primer pecado del hombre) no volvió a tomar el barro de la tierra para fabricar otro, y quiso en cambio que esta creación se realizase a partir de María?”, y se contesta a sí mismo: “Para que no fuese una la criatura plasmada y otra la que se tenía que salvar, para que justamente la misma criatura fuese recapitulada manteniendo la semejanza”.

Contemplar las escenas evangélicas en las que aparece María, desde Belén hasta el Gólgota, puede ayudarnos a comprender mejor nuestra fe y a dejarnos llevar por la seguridad de que tenemos a una Madre que vela por nosotros, corredentora y también intercesora ante cualquiera de nuestras necesidades. Hagamos todos esta experiencia de oración mariana (...). Correspondamos al amor de María. Que la devoción hacia la Madre de Dios nos ayude en todas nuestras inquietudes".

 

lunes, 29 de noviembre de 2010

II Domingo de Adviento

Continuamos el comentario a lo esencial de los Domingos de Adviento. Hoy nos centramos en el II Domingo que celebraremos, D.m., el próximo 5 de diciembre.

"Preparad el camino, Jesús llega"

Como resultado de lo vivido en el I Domingo en el que se nos exhortaba a la vigilancia, deberemos buscar el perdón de quienes hemos ofendido y darlo a quienes nos hayan ofendido para comenzar el adviento viviendo en un ambiente de armonía y amor. Desde luego, esto deberá ser extensivo a todos los grupos de personas con los que nos relacionamos diariamente, como son la familia, el grupo, el colegio, el trabajo, la universidad, la comunidad parroquial, los vecinos, etc.
 
Adviento quiere decir Dios que viene, porque quiere que «todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad» (1 Tim 2, 4). Y esa salvación nos invita a todos a una preparación penitencial. Por eso una de las actitudes propias de este tiempo es la conversión, y esta fue también nota predominante de la predicación de Juan Bautista. 

Ya en esta segunda semana, la liturgia nos lleva a reflexionar con la exhortación del profeta Juan Bautista: "Preparad el camino, Jesús llega" . La llamada del Bautista a la conversión es dar una nueva dirección a nuestra mente, disponerla para percibir la presencia de Dios en el mundo, cambiar nuestro modo de pensar, considerar que Dios se hará presente en el mundo en medio de nosotros.

Prefigurando a este profeta del Cordero de Dios, está el profeta Isaías. En sus palabras resuena el eco de la gran esperanza que confortará al pueblo elegido en tiempos difíciles y trascendentales, en su actitud y sus palabras se manifiesta la espera, la venida del Rey Mesías. Él anuncia una esperanza para todos los tiempos. En nuestro tiempo conviene mirar la figura de Isaías y escuchar su mensaje que nos dice que no todo está perdido, porque el Dios fiel en quien creemos no abandona nunca a su pueblo, sino por el contrario, le da la salvación.

Por esta razón es necesaria una preparación interior, es necesaria la conversión. Convertirse es siempre volverse de... para volverse a Jesús como Salvador, para tener salvación y Vida Nueva. Es dejar morir al hombre viejo, al pecado, a la carne; caminar y ascender hasta la total transformación en Jesús. La conversión es un ejercicio permanente en la vida del cristiano.
¿Cómo preparar el camino? y, ¿qué mejor manera de prepararlo que buscando ahora la reconciliación con Dios? En la semana anterior nos reconciliamos con las personas que nos rodean; como siguiente paso, la Iglesia nos invita a acudir al Sacramento de la Reconciliación (Confesión) que nos devuelve la amistad con Dios.  Se impone tomar conciencia de la novedad que debemos dejar suceder en nosotros, es decir, que el Señor sea Él, el Rey y Señor en nuestras vidas.
¡FELIZ II DOMINGO DE ADVIENTO QUE MIRA A MARÍA INMACULADA

Fin de trimestre en Catequesis y Eucaristías Centro Cívico

Nuestro Párroco, Javier, nos ha remitido una carta, que anunció ayer en la Misa dominical, sobre el fin de este trimestre en lo que se refiere a la Catequesis y las Eucaristías en el Centro Cívico de Camaretas. En resumen, nos cuenta que:

1. CATEQUESIS:

La próxima semana (del 8 al 14 de diciembre) sólo tendrá Catequesis el grupo de los jueves, el 9 de diciembre. No hay Catequesis el martes 7.

La semana siguiente (del 15 al 21 de diciembre) habrá catequesis tanto el martes 14 como el jueves 16. La última semana lectiva del trimestre sólo habrá catequesis el martes 21 de diciembre.

La actividad catequética se retomará con normalidad, martes y jueves, el 11 y 13 de enero de 2011.


2. MISA DE LOS DOMINGOS:

Una vez más, os recuerdo que la actividad catequética no se reduce a la sesión correspondiente, el martes o jueves, sino que se complementa con la Santa Misa del Domingo, en el Centro Cívico, a las 13.00 hs. Es necesario que vuestros hijos acudan acompañados por vosotros. Haced un pequeño esfuerzo. Vale la pena.

El domingo 5 de diciembre no hay Misa en el Centro Cívico. Tendremos los domingos 12 y 19 de diciembre. En este último domingo antes de vacaciones nos felicitaremos la Navidad.

Durante el período navideño, del 25 de diciembre hasta el domingo 9 de enero, la Misa será en la Iglesia de Golmayo a las 13.00 hs. Retomaremos las Eucaristías en el Centro Cívico el domingo 16 de enero de 2011.

jueves, 25 de noviembre de 2010

ADVIENTO, nuevo año litúrgico

El próximo domingo, 28 de noviembre, empezamos el Tiempo litúrgico del Adviento con el que iniciamos un nuevo Año litúrgico, un nuevo Año en el Señor. Reproducimos algunas ideas importantes que nos ofrece el Ministerio Nacional de Formación de la Renovación Carismática Católica en España (RCCE) para que sepamos qué vivimos en este tiempo de preparación para la Venida del Señor en la Navidad y al final de los tiempos.

"Daos cuenta del momento en que vivís; ya es hora de despertaros del sueño, porque ahora nuestra salvación está más cerca que cuando empezamos a creer. La noche está avanzada, el día se echa encima: dejemos las actividades de las tinieblas y pertrechémonos con las armas de la luz" (Rm. 13, 11-14).

Clases de Adviento

- Adviento Histórico. Es el recuerdo de la espera en que vivieron los pueblos que ansiaban la venida del Salvador. Desde el origen del universo hasta el momento en que se hace concreta la promesa con el nacimiento de Jesucristo, podríamos decir que es toda la expectativa del Antiguo Testamento a la llegada de su Salvador. Escuchar en las lecturas a los Profetas, nos deja una enseñanza importante para preparar los corazones a la llegada del Señor. Acercarse a esta historia es identificarse con aquellos hombres que deseaban con vehemencia la llegada del Mesías y la liberación que esperaban de Él.
-  Adviento Escatológico. Es la preparación a la llegada definitiva del Señor al final de los tiempos, cuando vendrá para coronar definitivamente su obra redentora, dando a cada uno según sus obras. La Iglesia nos invita a no esperar este tiempo con temor y angustia, sino con la esperanza de que, cuando esto ocurra, será para la felicidad eterna del hombre que aceptó a Jesús como su salvador.
- Adviento actual. En ese orden de celebrar, como la tradición de la Iglesia lo ha enseñado, "las dos venidas del Señor" no podemos dejar de lado que el punto de articulación de ellas es el tiempo presente y por esta razón el adviento también es la preparación del hombre de hoy a la venida del Señor. Es un Adviento actual. Es tiempo propicio para la evangelización y la oración que nos dispone, como persona, como grupo y como sociedad, a aceptar la salvación que viene del Señor. Jesús es el Señor que viene constantemente al hombre. Es necesario que el hombre se percate de esta realidad, para estar con el corazón abierto, listo para que entre el Señor. El Adviento, entendido así, es de suma actualidad e importancia. Esta celebración manifiesta cómo todo el tiempo gira alrededor de Cristo, el mismo ayer, hoy y siempre; Cristo el Señor del tiempo y de la Historia.
 
¿Cuánto dura el Adviento?

Se Inicia con las vísperas del domingo más cercano al 30 de Noviembre y termina antes de las vísperas de la Navidad (tarde del 24 de diciembre). Los domingos de este tiempo se llaman 1°, 2°, 3° y 4° de Adviento. Los días del 16 al 24 de diciembre (la Novena de Navidad) tienden a preparar más específicamente las fiestas de la Navidad.

El tiempo de Adviento tiene una duración de cuatro semanas. El discurrir de las semanas lo vamos significando con la iluminación de la Corona de Adviento. Podemos distinguir dos periodos.

1. En el primero de ellos, que se extiende desde el primer domingo de Adviento hasta el 16 de diciembre, aparece con mayor relieve el aspecto de la segunda venida del Señor y se nos orienta hacia la espera de la venida gloriosa de Cristo (Adviento escatológico). Las lecturas de la misa nos invitan a vivir la esperanza en la venida del Señor en todos sus aspectos: su venida al final de los tiempos, su venida ahora, cada día, y su venida hace dos mil años. Los evangelios de estos días nos preparan ya directamente para el nacimiento de Jesús.

2. En el segundo periodo, que abarca desde el 17 hasta el 24 de diciembre inclusive, se orienta más directamente a la preparación de la Navidad (Adviento histórico). se nos invita a vivir con más alegría, porque estamos cerca del cumplimiento de lo que Dios había prometido. Los evangelios de estos días nos preparan ya directamente para el nacimiento de Jesús.
 ¿Qué características especiales tiene este tiempo? ¿Con qué actitudes se debe vivir cada semana?

En orden a hacer sensible esta doble preparación de espera, la liturgia suprime durante el Adviento una serie de elementos festivos. De esta forma, en la misa ya no rezamos o cantamos el Gloria, se reduce la música con instrumentos, los adornos festivos, las vestiduras son de color morado, el decorado de la Iglesia es más sobrio, etc. Todo esto es una manera de expresar tangiblemente que, mientras dura nuestro peregrinar, nos falta algo para que nuestro gozo sea completo. Y es que quien espera es porque le falta algo. Cuando el Señor se haga presente en medio de su pueblo, habrá llegado la Iglesia a su fiesta completa, significada con solemnidad en la fiesta de Navidad.

En el primer domingo, con que iniciamos el Adviento, se resalta como actitud evangélica la vigilancia en espera de la venida del Señor. Y, durante esta primera semana las lecturas bíblicas y la predicación son una invitación con las palabras del Evangelio: "Velad y estar preparados, que no sabéis cuándo llegará el momento" (Is. 2, 1-5). Como resultado deberemos buscar el perdón de quienes hemos ofendido y darlo a quienes nos hayan ofendido para comenzar el adviento viviendo en un ambiente de armonía y amor. Desde luego, esto deberá ser extensivo a todos los grupos de personas con los que nos relacionamos diariamente, como son la familia, el grupo, el colegio, el trabajo ,la universidad, la comunidad parroquial, los vecinos, etc.

La próxima semana señalaremos las actitudes de las tres semanas siguientes. ¡FELIZ ADVIENTO!

lunes, 22 de noviembre de 2010

El Papa justifica el preservativo en algunos casos, pero confirma el Magisterio

Las palabras de Benedicto XVI en el libro-entrevista de próxima publicación reconocen el uso del preservativo en "casos singulares justificados", pero no suponen "un cambio revolucionario" en la enseñanza de la Iglesia, sino más bien una confirmación de su Magisterio, ha aclarado la Santa Sede.
Así lo explica el padre Federico Lombardi S.I., director de la Oficina de Información de la Santa Sede, en un comunicado emitido este domingo para comentar la gran cantidad de informaciones que se han distribuido en todo el mundo después de que este sábado "L'Osservatore Romano" anticipara palabras que el Papa dedica a la sexualidad en el libro-entrevista "Luz del mundo".
Al final del capítulo décimo del volumen, realizado por el escritor y periodista alemán Peter Seewald, que sale a la venta el 23 de noviembre en varios idiomas, el pontífice responde a dos preguntas sobre la lucha contra el sida y el uso del preservativo, que se remontan a la discusión que siguió a las palabras pronunciadas por el Papa en el avión que le llevaba a Camerún y Angola el 17 de marzo de 2009.
Con las declaraciones que publica el libro, aclara el portavoz vaticano, "el Papa no reforma o cambia la enseñanza de la Iglesia, sino que la reafirma, poniéndose en la perspectiva del valor y de la dignidad de la sexualidad humana, como expresión de amor y responsabilidad".
"Al mismo tiempo --añade--, el Papa considera una situación excepcional en la que el ejercicio de la sexualidad representa un verdadero riesgo par la vida del otro. En ese caso, el Papa no justifica moralmente el ejercicio desordenado de la sexualidad, pero considera que la utilización del preservativo para disminuir el peligro de contagio es 'un primer acto de responsabilidad', 'un primer paso en el camino hacia una sexualidad más humana', en lugar de no utilizarlo, poniendo en riesgo la vida de la otra persona".
El padre Lombardi no cita nombres, pero entre ellos destacan el cardenal Georges Cottier, quien fue teólogo de la Casa Pontificia de Juan Pablo II y del mismo Benedicto XVI, quien en una entrevista concedida a la agencia Apcom, el 31 de enero de 2005, afirmó que "en situaciones particulares, y pienso en medios donde circula la droga, o hay una gran promiscuidad humana y mucha miseria, como ocurre en algunas zonas de África y Asia, en esos casos, el uso del condón puede ser considerado como legítimo". 

viernes, 12 de noviembre de 2010

Visita Pastoral de nuestro Obispo Gerardo al Arciprestazgo de Soria

El próximo Domingo, 14 de noviembre, nuestro Obispo D. Gerardo comienza la Visita Pastoral al Arciprestazgo de Soria que desarrollará hasta el 29 de mayo de 2011. La Unidad de Acción Pastoral (U.A.P.) de Golmayo-Camaretas la visitará la última semana de mayo de 2011.

Transcribimos el Saludo de nuestro Obispo por la Visita a todos los que formamos parte de este Arciprestazgo. En él expone su deseo de confirmarnos en la fe:


Queridos amigos y hermanos:

Como vuestro Obispo, quiero saludaros cordialmente al comenzar esta Visita Pastoral.
Saludo con especial afecto a los sacerdotes, mis más cercanos colaboradores y a los que agradezco su entrega y generosidad en todas las tareas pastorales.
Mi saludo cercano para los matrimonios y familias que os esforzáis en hacer de vuestros hogares verdaderas «Iglesias domésticas».
Un saludo muy especial para los enfermos y los ancianos y a todos cuantos sentís en vuestras vidas la debilidad de la enfermedad y de la edad.
Saludo también a los niños y jóvenes, futuro de la Iglesia y de la sociedad.
A todos os comunico que muy pronto tendremos ocasión de vernos en la visita pastoral que inicio a partir de noviembre en las Unidades de Acción Pastoral de la Ciudad. Voy a vosotros para felicitaros por vuestra fe, animaros a seguir viviéndola con autenticidad, y confirmaros que vivir la fe es tomarse en serio a Jesucristo y su evangelio y vivir de acuerdo con el estilo de vida que El nos propone.
Espero que la visita sea una verdadera gracia de Dios, que os ayude a tomar conciencia de vuestra propia realidad cristiana: de la pobreza o la riqueza de los medios para la evangelización, de la ilusión o desaliento de los agentes de pastoral, del grado de entrega que todos y cada uno tenemos al servicio de la evangelización en el mundo.
La Visita Pastoral es un momento importante para que las comunidades y cada uno de sus componentes sintáis cercano al Obispo y sepáis con él, iluminar las distintas situaciones que vivís como niños, adolescentes, jóvenes y adultos, intentando mostrar el rostro de una Iglesia servidora, samaritana y misionera.
Nos veremos pronto. Os reitero mi saludo y os envío mi bendición.

Día de la Iglesia diocesana, 14 de noviembre de 2010

Ante la importante cita que celebramos el próximo Domingo 14, Día de la Iglesia diocesana, reproducimos la Carta de nuestro Obispo Gerardo. Los subrayados en color son nuestros:

"La Iglesia, comunidad de fe, esperanza y caridad"

Mis queridos diocesanos:

Cada año en el mes de noviembre celebramos en España la Jornada de la Iglesia Diocesana.
La Jornada de la Iglesia diocesana pone ante nuestros ojos la realidad de la Iglesia entera que se hace presente en la Iglesia particular, en la Diócesis, porción del pueblo de Dios presidida por el Obispo.

Este día, además, es una llamada a vivir nuestro compromiso de creyentes, unidos a la comunidad cristiana. La Iglesia se hace más cercana a todos en cada una de las Diócesis y aún más cercana en cada una de nuestras parroquias. Así, percibimos que la parroquia es un lugar de acogida y fraternidad abierto a todos, un lugar que invita y envía a la misión.

Resulta que, lo sabemos bien, que la Iglesia (por medio de su concreción en la parroquia o en la Diócesis) nos acompaña a todos a través de los acontecimientos más importantes de la vida del hombre: en el comienzo de la vida y del itinerario creyente por medio del Bautismo; está cerca de los niños por medio de la catequesis; acompaña a los jóvenes ayudándoles a progresar y madurar su fe; celebra el amor de los esposos; y está especialmente al lado de los ancianos, los enfermos y todos los más necesitados de nuestra sociedad en cualquier situación de su vida.

La Diócesis -y la parroquia de una manera especial- está presente, como hemos dicho más arriba, acompañando a las personas en todo cuanto les acontece pero, especialmente, se solidariza con el dolor y con la alegría de sus fieles y ayuda a que todos podamos encontrar sentido a la vida y a todo cuanto en ella nos acontece.

Para que podamos seguir acompañando a todos y ayudando a los que más lo necesitan es imprescindible la colaboración económica de los católicos y de los que valoran la labor de la Iglesia. Sí, queridos diocesanos, la Iglesia necesita de nuestra aportación económica.

La Diócesis tiene en marcha muchos proyectos en bien de todos los que la necesitan tanto espiritual como materialmente. Por eso necesita de la aportación de todos llegando a descubrir y a considerar la Diócesis como algo nuestro, algo que nos interesa y que sacamos adelante entre todos.

Son muchas las personas que cada vez toman más conciencia de su pertenencia viva y activa dentro de las comunidades cristianas y están dispuestas a ofrecer su tiempo, su saber, su colaboración -tanto espiritual como material- para que la Iglesia pueda seguir cumpliendo con fidelidad el encargo de Jesucristo de ofrecer a todos los hombres la buena noticia de la salvación, que es Cristo.

Iglesia, comunidad de fe, esperanza y caridad. Con este eslogan celebraremos este año -el próximo 14 de noviembre- la Jornada de la Iglesia diocesana. Una Jornada para reavivar nuestra conciencia de que todos formamos la gran familia de los hijos de Dios, que es la Iglesia, y que, por tanto, la vida y misión de la Iglesia es asunto de todos los miembros de esta familia.

Queridos diocesanos: nuestra “gran familia” diocesana la forman más de quinientas parroquias, atendidas por casi 100 sacerdotes, cada una de ellas con su variado patrimonio (patrimonio que para ser conservado necesita que se empleen en él muchos recursos económicos y materiales); templos, ermitas, capillas, salones parroquiales, etc.; infinidad de actividades en catequesis para educar en la fe a niños, jóvenes y adultos; las Cáritas diocesanas y parroquiales para atender a los más pobres; y toda la actividad social, educativa, asistencial y celebrativa tan amplia e importante que la Iglesia desempeña en nuestra sociedad.

El mantenimiento de toda esta actividad antedicha y la conservación de las infraestructuras sólo es posible gracias a la colaboración de muchos cristianos y de cuantos valoran la gran aportación que la Iglesia hace a la sociedad. Ahora bien: principalmente la vida de la Iglesia depende de nosotros, de los fieles que cumplen con su deber de ayudar a la Iglesia en sus necesidades”.

Todos somos testigos de la fe de la Iglesia. Cristo se manifiesta en ella por medio de sus discípulos, que somos todos los creyentes, y todos debemos sentirnos llamados a ser testigos de la fe, concretando nuestra pertenencia a la Iglesia en nuestra aportación evangelizadora personal (siendo testigos, apóstoles y heraldos del mensaje de Jesús en nuestro mundo, especialmente necesitado de testigos valientes) pero también aportando nuestra colaboración económica que permita a la misma mantenerse y mantener todos sus servicios y proyectos al servicio de la fe, y para poder socorrer a los más necesitados de nuestra sociedad.

Sintamos, como creyentes, nuestra responsabilidad a la hora de aportar nuestra colaboración en todos los sentidos y seamos generosos a la hora de hacerla porque la Diócesis (concretada en cada parroquia) es nuestra familia; una familia en la que se manifiesta el amor de Dios y en la que se nos llama a que los demás sientan ese amor de Dios a través de nuestro amor a los hermanos, especialmente a los necesitados, y a través de nuestra generosidad a la hora de aportar para mantener la Iglesia viva y con capacidad de cumplir con el fin para el que fue fundada por Jesucristo: ofrecer a todos los hombres la salvación.

Trabajamos en ella y por ella, y seamos testigos de la fe de la Iglesia en medio de un mundo laicista y más necesitado que nunca del testimonio convencido de los cristianos.

Agradeciendo de antemano vuestra generosa colaboración con nuestra amada Diócesis, os bendigo con todo cariño,