El próximo domingo, 28 de noviembre, empezamos el Tiempo litúrgico del Adviento con el que iniciamos un nuevo Año litúrgico, un nuevo Año en el Señor. Reproducimos algunas ideas importantes que nos ofrece el Ministerio Nacional de Formación de la Renovación Carismática Católica en España (RCCE) para que sepamos qué vivimos en este tiempo de preparación para la Venida del Señor en la Navidad y al final de los tiempos.
"Daos cuenta del momento en que vivís; ya es hora de despertaros del sueño, porque ahora nuestra salvación está más cerca que cuando empezamos a creer. La noche está avanzada, el día se echa encima: dejemos las actividades de las tinieblas y pertrechémonos con las armas de la luz" (Rm. 13, 11-14).
Clases de Adviento
- Adviento Histórico. Es el recuerdo de la espera en que vivieron los pueblos que ansiaban la venida del Salvador. Desde el origen del universo hasta el momento en que se hace concreta la promesa con el nacimiento de Jesucristo, podríamos decir que es toda la expectativa del Antiguo Testamento a la llegada de su Salvador. Escuchar en las lecturas a los Profetas, nos deja una enseñanza importante para preparar los corazones a la llegada del Señor. Acercarse a esta historia es identificarse con aquellos hombres que deseaban con vehemencia la llegada del Mesías y la liberación que esperaban de Él.
- Adviento Escatológico. Es la preparación a la llegada definitiva del Señor al final de los tiempos, cuando vendrá para coronar definitivamente su obra redentora, dando a cada uno según sus obras. La Iglesia nos invita a no esperar este tiempo con temor y angustia, sino con la esperanza de que, cuando esto ocurra, será para la felicidad eterna del hombre que aceptó a Jesús como su salvador.
- Adviento actual. En ese orden de celebrar, como la tradición de la Iglesia lo ha enseñado, "las dos venidas del Señor" no podemos dejar de lado que el punto de articulación de ellas es el tiempo presente y por esta razón el adviento también es la preparación del hombre de hoy a la venida del Señor. Es un Adviento actual. Es tiempo propicio para la evangelización y la oración que nos dispone, como persona, como grupo y como sociedad, a aceptar la salvación que viene del Señor. Jesús es el Señor que viene constantemente al hombre. Es necesario que el hombre se percate de esta realidad, para estar con el corazón abierto, listo para que entre el Señor. El Adviento, entendido así, es de suma actualidad e importancia. Esta celebración manifiesta cómo todo el tiempo gira alrededor de Cristo, el mismo ayer, hoy y siempre; Cristo el Señor del tiempo y de la Historia.
¿Cuánto dura el Adviento?
Se Inicia con las vísperas del domingo más cercano al 30 de Noviembre y termina antes de las vísperas de la Navidad (tarde del 24 de diciembre). Los domingos de este tiempo se llaman 1°, 2°, 3° y 4° de Adviento. Los días del 16 al 24 de diciembre (la Novena de Navidad) tienden a preparar más específicamente las fiestas de la Navidad.
El tiempo de Adviento tiene una duración de cuatro semanas. El discurrir de las semanas lo vamos significando con la iluminación de la Corona de Adviento. Podemos distinguir dos periodos.
1. En el primero de ellos, que se extiende desde el primer domingo de Adviento hasta el 16 de diciembre, aparece con mayor relieve el aspecto de la segunda venida del Señor y se nos orienta hacia la espera de la venida gloriosa de Cristo (Adviento escatológico). Las lecturas de la misa nos invitan a vivir la esperanza en la venida del Señor en todos sus aspectos: su venida al final de los tiempos, su venida ahora, cada día, y su venida hace dos mil años. Los evangelios de estos días nos preparan ya directamente para el nacimiento de Jesús.
2. En el segundo periodo, que abarca desde el 17 hasta el 24 de diciembre inclusive, se orienta más directamente a la preparación de la Navidad (Adviento histórico). se nos invita a vivir con más alegría, porque estamos cerca del cumplimiento de lo que Dios había prometido. Los evangelios de estos días nos preparan ya directamente para el nacimiento de Jesús.
¿Qué características especiales tiene este tiempo? ¿Con qué actitudes se debe vivir cada semana?
En orden a hacer sensible esta doble preparación de espera, la liturgia suprime durante el Adviento una serie de elementos festivos. De esta forma, en la misa ya no rezamos o cantamos el Gloria, se reduce la música con instrumentos, los adornos festivos, las vestiduras son de color morado, el decorado de la Iglesia es más sobrio, etc. Todo esto es una manera de expresar tangiblemente que, mientras dura nuestro peregrinar, nos falta algo para que nuestro gozo sea completo. Y es que quien espera es porque le falta algo. Cuando el Señor se haga presente en medio de su pueblo, habrá llegado la Iglesia a su fiesta completa, significada con solemnidad en la fiesta de Navidad.
En el primer domingo, con que iniciamos el Adviento, se resalta como actitud evangélica la vigilancia en espera de la venida del Señor. Y, durante esta primera semana las lecturas bíblicas y la predicación son una invitación con las palabras del Evangelio: "Velad y estar preparados, que no sabéis cuándo llegará el momento" (Is. 2, 1-5). Como resultado deberemos buscar el perdón de quienes hemos ofendido y darlo a quienes nos hayan ofendido para comenzar el adviento viviendo en un ambiente de armonía y amor. Desde luego, esto deberá ser extensivo a todos los grupos de personas con los que nos relacionamos diariamente, como son la familia, el grupo, el colegio, el trabajo ,la universidad, la comunidad parroquial, los vecinos, etc.
La próxima semana señalaremos las actitudes de las tres semanas siguientes. ¡FELIZ ADVIENTO!
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