sábado, 12 de marzo de 2011

I Domingo de Cuaresma. Domingo de las Tentaciones

En el primer domingo de Cuaresma, recordamos las tentaciones de Jesús y las nuestras a la luz de la Palabra que se ofrece este día, tomada de Gn. 2, 7-9; 3, 1-7; Salmo 50; Rm. 5, 12-19 y Mt. 4, 1-11.

Recogemos un precioso escrito de S. Agustín en su Exposición del Salmo 60:

"El Señor Jesucristo fue tentado por el diablo en el desierto. Cristo ciertamente fue tentado por el diablo, pero en él eras tentado tú. Pues tuya era la carne que asumió para que recibieses de él la salvación. Asumió la muerte, que era tuya, para darte la vida; tomó de ti las humillaciones para que tú recibieses de él la gloria.

He puesto en Cristo mi torre-fortaleza. Él, por nosotros, se ha hecho torre frente al enemigo, él es también piedra sobre la que está edificada la Iglesia.

¿Buscas remedio para no ser herido por el diablo? ¡Refúgiate en la torre! Tienes ante ti la torre. Acuércate de Cristo y habrás entrado en la torre. ¿Cómo te acordarás de Cristo? Cuando tengas algo por lo que sufrir, piensa que él ha sufrido antes y reflexiona por quién ha sufrido. El murió para resucitar. Espera tú también lograr la meta en la que nos ha precedido y habrás entrado en la torre sin ceder ante el enemigo".

Estemos firmes en la prueba. Nuestra fuerza ante las tentaciones y las dificultades de la vida es el amor y abrazo de Jesucristo.

¡Feliz I Domingo de Cuaresma!

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