En este segundo domingo del Tiempo Ordinario, concluida la Navidad, la Iglesia celebra la Jornada Mundial del Emigrante y Refugiado. El Papa Benedicto XVI escogió el lema: "Una sola familia humana".
España, y en ella nuestra querida provincia de Soria, se está convirtiendo en una sociedad más multiétnica, donde aumentan las relaciones interculturales y "donde las personas de diversas religiones se ven impulsadas al diálogo, para que se pueda encontrar una convivencia serena y provechosa en el respeto de las legítimas diferencias", Mensaje de Benedicto XVI para esta Jornada.
La Iglesia reconoce a toda persona el derecho a emigrar, "en el doble aspecto de la posibilidad de salir del propio país y la posibilidad de entrar en otro, en busca de mejores condiciones de vida. Al mismo tiempo, los Estados tienen el derecho de regular los flujos migratorios y defender sus fronteras, asegurando siempre el respeto debido a la dignidad de toda persona humana. Los inmigrantes, además, tienen el deber de integrarse en el país de acogida, respetando sus leyes y la identidad nacional", Mensaje de Benedicto XVI para esta Jornada.
En este sentido se abre para la Iglesia una gran tarea evangelizadora que nos lleva a salir de nosotros al hermano emigrante o refugiado que vive con nosotros.
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